Confiscar a los ricos para crear empleos y dar comida
La población en pobreza extrema podría aumentar en 10 millones 700 mil personas, según el Coneval, para un total de 20 millones de pobres con hambre. Por otra parte, afirma el Inegi que durante la pandemia 45 por ciento de las empresas han despedido gente, y 50 por ciento de ellas han reducido remuneraciones y prestaciones al personal que conservaron. Millones fueron despedidos y millones que conservaron su empleo vieron reducidos sus ingresos. La población en situación de pobreza, entonces, podría aumentar hasta en 9 millones 800 personas. Es decir, casi 10 millones de mexicanos que no eran pobres empezarán a serlo. México va en camino de contar con 80 millones de pobres, dos de cada tres compatriotas. Y el gobierno de MORENA no tiene política para evitar esta catástrofe porque en el presupuesto del año 2021 no se han programado recursos para crear millones de empleos, ni para proteger los salarios, ni para otros satisfactores que eviten el hambre y la extendida precariedad. El lema de AMLO “primero los pobres” fue sólo una mentira de campaña porque para el presidente lo primero son los banqueros zánganos que reciben pagos de la deuda pública nacional y los megamillonarios que ha beneficiado con contratos y jugosos negocios.
Los socialistas tenemos una política completamente diferente, que mira en primer lugar por la clase trabajadora, la inmensa mayoría de la población. Para comenzar, exigimos que el gobierno suspenda los pagos de deuda, que desangran al país y extienden la anemia. Serán en 2021 más de 800 mil millones de pesos con los que se podría contar para proteger a los proletarios.
En esta situación de emergencia el país podría echar mano de una quinta parte de las reservas que atesora el Banco de México, propiedad de los mexicanos, que son 192 mil millones de dólares. Ello permitiría contar con otros 800 mil millones de pesos.
Si ya era urgente una reforma fiscal en la que paguen más los que más tienen, la hecatombe económica la ha hecho de vida o muerte. México es un paraíso fiscal para los empresarios, especialmente para los megamillonarios, a los que casi no se les cobran impuestos. “México se mantiene en el último lugar de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en recaudación tributaria respecto al Producto Interno Bruto (PIB)”. Los empresarios pagan en México menos de la mitad de lo que pagan en los principales países. Decretar un impuesto progresivo para las grandes empresas significaría que podrían ingresar a las arcas públicas al menos 800 mil millones de pesos más.
Además, habría que tomar las siguientes medidas:
- Respeto a la Constitución (artículo 123), en lo que ordena sobre el salario mínimo, es decir, éste tendría que ser de alrededor de 10,000 pesos mensuales.
- Aumento general salarial, de pensiones y jubilaciones del 50%.
- Reconstrucción del sistema de salud público a nivel nacional. Contratación masiva de médicos, enfermeros, etc.
- Escuelas con agua, luz, internet, baños, comedores y equipamiento. Contratación masiva de profesores en aulas a las que asistan un número reducido de alumnos para evitar contagios y para propiciar una menor educación.
- Plan de obras públicas. Reconstrucción de un sistema estatal nacional de ferrocarriles.
- Contratar tantas mujeres como hombres. Sistema nacional gratuito de guarderías, jardines de niños, comedores y lavanderías.
- Seguro de desempleo para los que no alcancen a ser contratados.
- Apoyo a micro, pequeños y medianos empresarios. Condonación de los créditos contratados este año 2020 con el Estado.
- Ni un peso a los partidos con registro, lo que ahorrará 7,000 mdp.
- Partida especial para resolver crímenes como son las desapariciones forzadas, feminicidios y ejecuciones extrajudiciales.
- Cobro de tenencia a vehículos que nuevos cuesten más de 250 mil pesos.
- Impuesto a herencias de más de 5 millones de pesos.
- Apoyos al campo, a los agricultores pequeños y medianos.
- Derecho al turismo
Crédito de imagen: Keneth Cruz vía Flickr.